“The black phone” es el próximo estreno que ha sido llamada por muchos como “la película de terror del año”. Se trata de una cinta de terror protagonizada por Ethan Hawke. “The black phone”, dirigida por Scott Derrickson llegará a los cines internacionales entre el 23 y 24 de junio.Cuenta la historia de un niño de 13 años, llamado Finney, que es secuestrado por “The Grabber”, un psicópata, (Hawke),que después lo encierra en un sótano donde solo hay un colchón y un teléfono negro pegado en la pared (de ahí el nombre de la película).Sin embargo, este no es cualquier teléfono, sino que le permite a Finney (Mason Thames) comunicarse con otros niños que también fueron víctimas del asesino.
Estos lo ayudan a encontrar la forma de escapar de ese lugar antes de que sea tarde.Sobre el actuar constantemente con una máscara, el veterano intérprete asegura que fue un reto liberador para él. “Era como estar haciendo una tragedia griega. El lenguaje gestual, la vocalización… es algo que nunca había hecho y no sabía cómo prepararlo”, contó el actor a ECartlera. Además, agregó que “hay un cierto sentimiento de libertad cuando tienes la cara cubierta que te otorga una extraña sensación de poder”. Para Thames, que debuta en el cine con ‘Black Phone’, ver la transformación de Hawke “fue algo muy especial”.
Coincidencias con hechos reales
“The black phone” tiene elemenos sobrenaturales y de fantasía, pero su historia remonta a dos casos famosos de niños secuestrados, y el pánico relacionado con el denominado Stranger Danger de los años 80 y 90, que llevó a muchos padres a enseñar a sus hijos que jamás deben confiar o hablar con extraños. Esta historia no es real. The Grabber no fue un secuestrador real ni tenía un teléfono conectado al mundo de los espíritus en su sótano. Sin embargo, hay diversas historias que sí ocurrieron.
El pánico del Stranger Danger surgió durante los años 80, principalmente luego de la desaparición de un niño llamado Adam Walsh, quien, de acuerdo con Jezebel, fue secuestrado de un centro comercial. Más tarde fue hallado muerto muy cerca de donde fue visto por última vez, algo que retoma la película. Adam no fue el primero ni el último, más y más niños fueron reportados desaparecidos en Estados Unidos. Algunos fueron encontrados muertos, otros nunca volvieron a ser vistos y un minúsculo porcentaje logró regresar a casa. Esto dejó a los padres de comunidades enteras en extrema preocupación.