Guillermo del Toro fue uno de los más asediados por la prensa internacional durante la clausura de la 75 edición del Festival de Cine de Cannes 2022. El renombrado director nacido en Guadalajara tuvo la oportunidad de hablar sobre su presente, pasado y futuro como cineasta, así como sus apuestas cinematográficas. Sin embargo, dejó atónitos a propios y extraños cuando señaló a la violencia en México como la causa que lo llevó a dejar su estado de residencia.
Fue en una reciente entrevista para el Festival de Cannes de poco más de 9 minutos, donde el ganador del Oscar en la categoría de “Mejor Director” y “Mejor Película” por La forma del agua (2017) destapó que le hubiera gustado quedarse “toda su vida en México”, pero el secuestro de su padre cambió la vida de su familia y no tuvieron más remedio que mudarse.
“Me hubiera quedado en México toda mi vida, pero el secuestro de mi padre en 1998 cambió mi vida. Empecé a hacer películas en Estados Unidos porque tenía mucho dinero de mi primera película en México, Chronos. Empecé a trabajar en la industria estadounidense, luego pensé que me quedaría haciendo películas españolas, entonces… nunca estuvo planeado, simplemente sucedió”, recordó con notoria nostalgia el también guionista de 57 años.
En ese mismo discurso, del Toro comentó que uno de sus planes futuros como guionista es dirigir una versión de la obra de teatro de la dramaturga Mary Shelley: “Mi sueño sería hacer mi versión de Frankenstein”, declaró. “Esas dos obras representan lo que soñaba que quería hacer cuando era niño, cuando era muy joven”, ha subrayado del Toro, que ha actuado como moderador esta semana en un ciclo de debates organizado por Cannes con grandes cineastas sobre el futuro. de cine
Esto no es lo único y es que la presencia de Guillermo del Toro llamó mucho la atención en Francia por diversas situaciones que se suscitaron durante el evento cinematográfico más importante del año. Un momento que marcó los primeros días de la gala fue cuando junto a Gael García Bernal deleitaron a los asistentes al cantar una conocida canción mexicana.