El pasado viernes 13 de diciembre, durante un concierto en el Desert Diamond Arena, Billie Eilish vivió un momento incómodo cuando un fanático lanzó un collar al escenario que terminó golpeándola en el rostro. El incidente ocurrió mientras Billie interpretaba sentada en el suelo su emotiva canción “What Was I Made For?”.
El impacto del objeto la dejó en silencio por unos segundos antes de que retomara la canción con profesionalismo. En videos grabados por asistentes se observa cómo la audiencia reaccionó sorprendida, y algunos comenzaron a abuchear al responsable. Billie, visiblemente tranquila, devolvió el collar, dejando claro que no permitiría que el incidente arruinara su actuación.
Este tipo de comportamientos han sido criticados por varios artistas, incluyendo a la propia Eilish. En entrevistas previas, ella describió estas acciones como “peligrosas y frustrantes”, aunque reconoció que muchas veces provienen de un intento de conectar con los músicos. “Sabemos que lo hacen desde el cariño, pero por favor, no lo hagan”, señaló en una entrevista.
El caso de Billie se suma a una serie de eventos similares que han generado un llamado en la industria musical para evitar arrojar objetos durante los conciertos, ya que no solo ponen en riesgo a los artistas, sino también a otros asistentes.